domingo, 21 de diciembre de 2008
¿Qué hacemos con los mayores?
“Si hasta hace nada nuestros mayores han sido un referente claro en nuestras vidas y un pozo de sabiduría y cúmulo de experiencias de incalculable valor, ¿por qué no nos pertenecen? ¿por qué pertenecen a las residencias y no a las familias?
Para muchos, esta vida acelerada es una coartada perfecta para desentenderse de sus mayores, unos mayores que en su día lucharon por cuidarlos y sacarlos adelante, y si tuvieras alguna cuenta pendiente que saldar con tus padres por la razón que fuere, no olvides que tus hijos seguirán tu ejemplo, ellos son un producto de los padres. Una sociedad o familia que no cuida de sus niños ni de sus mayores no merece ser respetada.
Quisiera tener la sensibilidad suficiente o necesaria para poderles explicar a mis hijos la importancia que tiene cuidar de tus mayores, explicarles que siempre debemos tener un tiempo para ellos.”
Así, pensando y pensando en el tema, mi mente quedó completamente en blanco y de pronto me encontré ……………………………………
Era un domingo, lo recuerdo perfectamente, por la tarde. Una de esas tardes que nos encontrábamos en un descampado jugando en la cabina de un camión abandonado; muy cerca había un taller mecánico. Tres mocosos, dándole a la palanca de cambio del camión, girando el volante y haciendo ruido con la boca. Todos queríamos ser el piloto, pero sólo el más persuasivo conseguía mantenerse al volante; no había peleas, no había disputas. Yo quería conducir pero me convencían siempre, el miedo a que no me “ajuntaran” podía mucho más que el ser piloto. Estábamos de viaje, pero una chica joven se acercó al camión y me llamó para que fuera a casa. Todavía era de día y a la puerta de mi casa había muchas personas. Me llevaron a una habitación y, no recuerdo bien, me parece que fue mi madre quien intentaba decirme que mi abuela había muerto. Se supone que debió ser un choque para mí, pero realmente no logro traer al presente ese momento. Lo que si ha quedado y de manera diáfana es la figura de mi abuela paterna. Murió en la cama de una habitación de mi casa, como era normal en aquellos tiempos, rodeada de su familia.
Me gustaría evocar aquí y ahora a mi severa y querida abuela, de su genio y su carácter podrían dar fe mi padre y mi madre, pero hoy no toca, os prometo hacerlo otro día.
Mi padre, El Tío de la Pipa, quiso dejarnos un domingo como su madre; también murió en su casa, cuidado por sus tres hijos durante cinco años. Los mayores siempre han representado en nuestra cultura la sabiduría, la paciencia, el cariño; han sido un ejemplo clarísimo para las generaciones venideras, por eso tenían que estar junto a nosotros. No se concebía una casa sin abuelos ¡Cuánto conocían! Nunca podré olvidar, en las tardes de invierno junto al fuego de la chimenea, las historias que nos contaba El Tío Pepe el Cajas (abuelo de un vecino) y cómo lo cogíamos de la mano y nos lo llevábamos para que nos contara cuentos, era nuestra televisión, con él hablando ningún niño daba guerra.
Pero el tiempo es implacable, ahora no escucho yo esas historias, sino que soy yo el que las cuenta. Sin darme cuenta me he plantado en el grupo de los mayores; estando siempre con jóvenes es difícil percibir que uno se va haciendo mayor.
Pero hoy, ¿Qué hacemos con los mayores? Os invito a que de nuevo toméis el lápiz y me sorprendáis. Contad una historia en la dirección que os apetezca. Seguro que encontraréis el camino.
sábado, 22 de noviembre de 2008
Papá, cuéntame otra vez ......
No encontraba una entrada que me gustase para motivar a mis alumnos. De pronto, en la radio del coche suena Ismael Serrano y uno de sus temas de aquel momento Papá, cuéntame otra vez esa historia tan bonita ....; creo que ya tengo cómo empezar. Y así empecé una serie de audiciones que nos dieron mucho de qué hablar. La propuesta fue la siguiente: siguiendo la letra de Ismael Serrano, mis alumnos hablarían con sus padres sobre los temas que se sugerían en la canción y en clase; después haríamos un pequeño debate en clase que nos serviría para mejorar la exposición oral. Creo que fue un acierto y todavía algunos alumnos cuando me ven me recuerdan esa actividad. Siguieron canciones como Litertad sin ira, Te recuerdo Amanda, Al alba, Poetas andaluces y alguna más.
Algunos alumnos también hicieron un trabajo escrito con el significado de cada uno de los temas en su momento. Este curso he rescatado alguno de aquellos trabajos y los he releído, todos tienen el sabor dulce de ese tiempo que se nos fue y todavía cuando termino de leer algunos folios sonrío mirando al discípulo cómplice que también supo escribir entre líneas.
De aquel grupo guardo un trabajo precioso y original de una alumna Mª Belén Loza y también conservo un CD que alguien me regaló con muchas canciones de García Lorca. Gracias por aquellas horas que compartimos.
Este curso, he querido que mis actuales alumnos, dentro de los trabajos de creatividad, compongan una canción a imagen y semejanza de la de Ismael Serrano. Pues bien, espero vuestras aportaciones, con lo que os llama la atención. Como siempre, confío en vosotros y en lo que sois capaces de dar. Sorprendedme.
lunes, 17 de noviembre de 2008
Una estación de ferrocarril
Recordemos un fragmento de Azorín en su artículo Los ferrocarriles perteneciente a su libro Castilla : "Tienen poesía esas otras estaciones cercanas a viejas ciudades, a las que en las tardes del domingo, durante el crepúsculo, salen a pasear las muchachas y van devaneando lentamente a lo largo del andén, cogidas de los brazos, escudriñando curiosamente la gente de los coches. Tiene, en fin, poesía, la llegada del tren, allá de madrugada, a una estación de capital de provincia; pasado el primer momento del arribo, acomodados los viajeros que esperaban, el silencio, un profundo silencio, ha tornado a hacerse en la estación; se escucha el resoplar de la locomotora; suena una larga voz; el tren se pone otra vez en marcha; y allá a lo lejos, en la oscuridad de la noche, en estas horas densas, profundas, de la madrugada, se columbra el parpadeo tenue, misterioso, de las lucecitas que brillan en la ciudad dormida....."
sábado, 15 de noviembre de 2008
El libro, ese desconocido.
Perder el miedo a las palabras
Ahora sí, empezamos con nuestra actividad en este blog. Este espacio estará reservado básicamente a los trabajos de creatividad de mis alumnos. La idea que nos lleva es la de ofrecer un espacio donde puedan incorporar todo aquello que vayan escribiendo. De vez en cuando, presentaremos alguna idea, algún objeto, algún suceso sobre el que escribir. Contar lo que nos sugiere, lo que nos provoca, lo que nos llega. Está claro, que a pesar de lo que algunos docentes piensan, tenéis muchas cosas que contar y sobre todo que algunos lo hacéis muy bien.
Es una buena oportunidad para que los compañeros os lean, es un buen momento para que os sintáis orgullosos de lo que habéis escrito, es un buen espacio para descubriros y para que os descubran.Será una buena experiencia el que os sentéis a escribir y que poco a poco veáis que sois capaces de sacar lo que pensáis y lo que sentís. Yo confío en vosotros y lo que es más importante espero que vosotros confiéis en lo que escirbáis. No siempre estaremos inspirados, no siempre brotarán las palabras, no siempre me sentiré cómodo con el tema sobre el que tengo que escribir, pero serán momentos únicos. Os recomiendo que no hagáis desaparecer todo lo que vaya saliendo de vuentro lápiz; guardadlo, dejadlo dormir y algún día volved a leerlo.
En los trabajos que mandamos, muchas veces sólo daremos una idea y vosotros enfocaréis vuestro ejercicio libremente, de esta manera cada uno podrá elegir su ruta; de todas maneras si algún alumno se siente bloqueado puede pedir ayuda al profesor. En 3º y 4º de Secundaria se indicarán algunas pautas que ayuden al alumno. Dejad que las palabras fluyan, no las temáis; Lorca fue un autor que perdió el miedo a las palabras. Un saludo para todos mis alumnos.